Don't talk, if you can read; don't read if you can write; don't write if you can think. HANNA ARENDT, Diario filosófico

jueves, 7 de abril de 2011

Lou Andreas Salomé

       Lou creció en un ambiente rebelde e inteligente.Su guía espiritual fue Hendrick Guillot, pastor de la embajada Holandesa en San Petersburgo. Le imparte enseñanzas a Lou de historias de las religiones, sobre las sociedades primitivas, sobre el simbolismo y sobre lógica y metafísica. Guillot, 25 años más viejo que Lou, casado con hijos, disuelve su matrimonio con la intención de casarse con Lou, pero ésta no acepta y decide trasladarse al exterior junto con su madre. La primera meta fue Zurich donde llegan en el mes de setiembre de 1880. Se inscribe en la Universidad de Zurich, pero al poco tiempo se tiene que trasladar a climas más benignos, porque sufría de tuberculosis y viajan a Roma en febrero de 1882.
      Una tarde del mes de marzo de 1882, en Roma Lou conoce Paul Rée, discípulo de Nietzsche. Éste conoció a Lou el 26 de abril y quedó muy inpresionado con su su personalidad, y quiso pedirla en matrimonio, confiando a Rée la mediación de su propuesta. Los tres se transforman en grandes amigos y rápidamente nace un proyecto de convivencia según un sueño de "fraternidad ideal" , que no podrá realizarse por la dificultad creada por el enamoramiento de los dos filósofos por Lou, que no acepta a ninguno de los dos. En 1901 Rée se suicida justo en el lugar en donde Lou Salomé le había rechazado veinte años antes.
     Cuando Nietzsche conoció a aquella mujer que daba muestras de una singular inteligencia y y no menor belleza, se sintió inmediatamente seducido por ella. Pero Lou solo amaba el pensamiento de Nietzsche. Lo rechazó una y otra vez. Finalmente en 1882, perdió toda esperanza y el filósofo parece que sublimó la atracción que sentía por Lou Andreas Salomé en una obra singular, "Así habló Zarathustra", como si ese desengaño le hubiera inspirado.
     La irrealidad del sueño no impide que Lou y Nietzsche realicen un intenso intercambio intelectual y espiritual. Constantemente se repite el rechazo de Lou a la solicitud de los hombres que conocía.
En el verano de 1880, Paul Ree, Federico Nietzsche y Lou Salomé se encontraron en Lucerna, Suiza. Animados como estaban y en un ambiente de franca y cordial camaradería, fueron a visitar al fotógrafo Jules Bonet. Este tenía en su plató un pequeño carro para decorar escenas campestres. Contrariamente a la opinión del fotógrano, Lou se subió sobre el carro y pidió que Nietzsche y Ree hicieran ademán de tirar de él. Ella, entre tanto, blandía amenazadora un látigo.

     Más tarde conoce al lingüista Friedrich Carl Andreas con el cual se une en matrimonio. En 1888, cuando era catedrático del Instituto de Lenguas Orientales de Berlín, conoció a Lou Salomé. Logró que le dijera el ansiado "si" intentando suicidarse ante los ojos de su amada; es ella quien nos describe la escena: "con ademán pausado, cogió la navaja y se la clavó en el pecho". Permanecieron casados cerca de 43 años, durante ese tiempo, Si bien es cierto que mantuvo relaciones con otros hombres, íntimas en algunos casos, no es menos cierto que siempre, antes o después, volvió con su marido.
     Conocía perfectamente las técnicas de hipnosis y sugestión y fue uno de los primeros europeos en estar familiarizado con los distintos yogas hindúes. También conocía a la perfección las grandes religiones orientales incluso en su exoterismo; su marido fue uno de los introductores del orientalismo en Europa y conocía todas estas tradiciones desde el interior.
     Lou desenvuelve una vida muy frenética y produce una prolífica obra literaria. En su obra narrativa son destacables dos novelas de ambiente ruso, pero son especialmente importantes sus biografías de Nietzsche y Rilke. La biografía de Nietzsche que es hoy todavía considerada la obra que más a penetrado el espíritu del filósofo, mostrando un profundo conocimiento del carácter del amigo como también de una grande profundidad psicológica. Además escribe críticas teatrales. Su intensa actividad intelectual la obliga a desplazarse por las principales ciudades en las cuales hierve el espíritu de final de siglo XVIII: Berlín, París, Mónaco, Viena.
     En el año 1897 conoce al joven poeta Rainer Maria Rilke con el cual se une en una relación sentimental de la cual dan testimonios un intenso intercambio epistolar. Realizarán dos viajes a Rusia en los años 1899-1900, los que resultaran sumamente estimulantes para ellos.
En 1911 participa del congreso de la Sociedad Psicoanalítica de Viena.
    Después, en 1912 volvió a Viena para iniciarse en el psicoanálisis. Empieza sus estudios incluida su formación bajo la dirección de Freud, así él se volverá colega como amigo y confidente en los difíciles años de la guerra.
    De ella dirá Freud:
    Era de una modestia y una discreción poco comunes. Nunca hablaba de sus propias producciones poéticas y literarias. Era evidente que sabía dónde es preciso buscar los reales valores de la vida. Quien se le acercaba recibía la más intensa impresión de la autenticidad y la armonía de su ser, y también podía comprobar, para su asombro, que todas las debilidades femeninas y quizá la mayoría de las debilidades humanas le eran ajenas, o las había vencido en el curso de su vida
                                              Sigmund Freud, Lou Andreas-Salomé (1937)

    Fue la primera mujer que tuvo acceso a tertulias hasta entonces vedadas a las mujeres. Conoció bien la bohemia de París, Berlín y Viena. Tuvo como pretendientes a las más grandes inteligencias de su tiempo. Por entonces ya había adquirido fama mundial. No en vano había sido la primera psicoanalista y la única mujer que Freud aceptó en él "círculo interno" de la Sociedad Psicoanalítica de Viena.
    Los 25 años siguientes Lou se dedicará completamente al psicoanálisis, como psicoanalista y como investigadora.
      En 1937 a la edad de 76 años moría en Gottingen.

1 comentario:

  1. Como una vez dijo Groucho Marx: "Detrás de un gran hombre está una gran mujer..."

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