Hoy en día es muy común oír el típico comentario de que todo el mundo va a su bola. Incluso el propio Platón advirtió el pasotismo de las personas en una democracia, pero como siempre, la excepción confirma la regla. Yo pensaba igual que muchos de vosotros, hasta que un día escuche una historia.
Esta historia fue contada por medio de una llamada a un programa de radio. La protagonista de la llamada era una chica , que para sorpresa de todos ,tenia dieciséis años .Ella les contó una historia tremenda ,en la cual sus padres la abandonaron por motivos injustificados . Tras irse de casa, tuvo que dejar sus estudios y empezar a trabajar, ya que no tenía otra familia más que ellos. Estuvo algún tiempo sobreviviendo sola y con algunas dificultades, pero hacia poco la habían echado de su trabajo. En aquel momento, estaba en un aeropuerto, “con una mano delante y otra detrás” pidiendo consejo a los presentadores sobre que hacer, si irse a otro sitio a buscar trabajo con cincuenta euros que le quedaban o quedarse e intentar sobrevivir con algún trabajo duro y mal pagado.
Esta llamada conmocionó a los presentadores de este programa y juntos hicieron un llamamiento para que alguien ayudara a esta chica. Éstos quedaron en llamar al final del programa a la chica con alguna solución o a las malas, consejo.
Lo más increíble de todo esto , es que al cuarto de hora llamó un chico desde su coche preguntando la terminal en que estaba la chica, mientras tanto, en la llamada en espera estaban dos chicas en su piso preparándose para salir a buscar a la otra a la terminal , y así el programa contó hasta cinco llamadas……
Al final del programa, se llamó a la chica y se le comunicó la solución. Ella no creía lo que le decían porque la vida con ella, nunca se había mostrado tan generosa, y agradeció grandiosamente a los presentadores y a la gente por su ayuda.
Cuando fue a colgar pidió la palabra al presentador para decir algo y esto fue lo que dijo:
- Esto va dirigido a todas las chicas y chicos que estén en una situación tan desesperada como la mía, no os rindáis y no tiréis la toalla porque la vida es muy bella y siempre te guiara hacia alguien dispuesto a ayudarte.
Con esta frase esta chica dejó conmocionados a todos los oyentes, debido a la muestra de su gran madurez y moral.
Con este ejemplo quiero trasmitir la idea de que nunca hay que rendirse, o tirar la toalla, por creer que no puedes digerir un problema, y que nadie te va a ayudar. Cree siempre que va a haber un montón de personas que lo harán, dependiendo del canon general de la sociedad, y con todo esto, ¡NUNCA PIERDAS LA ILUSIÓN DE VIVIR!
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